Casas-palacio.

 

Además del gran palacio que existió en Guadramiro y de la casa- palacio del moral, todavía hoy existente, había otras 7 casas palacio en el pueblo, que algún día pertenecieron a los marqueses y la nobleza que habitaba en el pueblo, pues hay que recordar que Guadramiro destacaba por la cantidad de hidalgos y clérigos.

A finales del siglo XVI, de los 197 vecinos de que constaba la población, 181 eran pecheros; 13 hidalgos; y 3 clérigos. Los integrantes en estas dos últimas categorías, no se hallaban sujetos al pago de impuestos.

Del conjunto de los lugares, que por aquel entonces, formaban parte de la Roda de Mieza, Guadramiro era el que tenía un mayor número de hidalgos, 13, según más arriba hemos señalado. Ello suponía más de la mitad de todos los hidalgos existentes en la mencionada Roda. A este respecto, conviene indicar, que entre Encinasola, con 4 hidalgos, y El Milano, Barceino y Mieza, con 1 hidalgo cada uno, apenas sobrepasaban la mitad de los que Guadramiro tenía. En todo el ámbito de la referida entidad administrativa, había 21 hidalgos en total.

Sin Título.

Portada existente en una casa en el Toral de Guadramiro.

De las casas palaciales hoy desaparecidas, y de las que no encontramos muy bien restos ni ubicación, pues no sabemos si los nombres de las calles actuales se correspondían con los de aquella época eran:

Dos de ellas estaban en la calle de la Iglesia, una de las cuales tenía 18 varas de frente por 74  de fondo; la otra tenía 24 varas de frente por 18 de fondo. Hay que recordar que una vara equivale a 0,84m.

Junto al álamo de la iglesia había otra casa, otra contigua a la torre y otras 3 más en la calle de Nuestra Señora del Árbol.

A todas estas fincas, habría que añadir la que los Maldonado y Ormaza tenían habilitada para la cochera que también era de considerables dimensiones: 17 varas de frente por 10 de fondo.

Posiblemente, según las armas de los escudos de la única casa-palacio conservada (moral), tanto esta casa como algunas de las otras que pertenecieron al marqués,( en época del Trienio Liberal, vendieron la casa contigua a la torre por 3000 reales, otra de las casas de la calle la Iglesia por 1000 reales), fuesen adquiridas desde finales del siglo XIX, por miembros de otros linajes emparentados, mediante alianzas matrimoniales, con los Marqueses de Castellanos, a juzgar por la presencia, en los referidos blasones, de representaciones heráldicas de los Díaz de Ledesma, Rodríguez de Ledesma, Nieto y otros. Sobre este particular, consideramos oportuno recordar que el Linaje Díaz de Ledesma figura representado en uno de los cuarteles del escudo existente en la fachada de la casa Solís de Salamanca.

Escudo de los Rodriguez de Ledesma en una de las losas de la iglesia de Guadramiro.

En cuanto al linaje de Rodríguez de Ledesma, sus armas aparecen en un escudo procedente del desaparecido palacio del duque de la Roca y hallado en el Campo de Tiro, y, también en otro que blasona la fachada del propio edificio del palacio de Figueroa, actual sede del casino de Salamanca, en el que se hallan representadas las armas de esta última familia. Como ya ha observado el profesor Álvarez Villar, es posible rastrear una posible alianza Figueroa-Rodríguez de Ledesma, habiéndose constatado la existencia, en el siglo XVI, de un matrimonio entre un Figueroa y una María Maldonado, familia, esta última, tan ligada, como es sabido, a la localidad de Guadramiro.