RAMIRO II, REPOBLADOR DE GUADRAMIRO

 

Biografía de Ramiro II, "El Grande" de León

 

Beligerante, enérgico, inteligente, gran estratega y hábil político, Ramiro II pasó a la posteridad con el sobrenombre de "El Grande", poniendo fin con su mandato a una de las etapas más brillantes de la historia del reino astur-leonés, que tras la muerte de este monarca comienza a eclipsarse ante el empuje pamplonés y castellano.

Rey de León, nació en la ciudad de León en el año 898 y murió en el año 951. Está considerado uno de los más notables de los 21 reyes leoneses, siendo conocido por los musulmanes como "El Diablo" por su entrega y ferocidad en la reconquista leonesa.

Así, Ramiro fue el último rey que impulsó al Reino Astur-Leonés como el más poderoso de la Península, ya que después el Reino de Navarra y el de Castilla relegarían a una posición secundaria a la Corona Leonesa.

 

Sucedió en el trono leonés a Alfonso IV, que había gobernado tras Alfonso Froilaz y Fruela II, quien murió de lepra en el 925 tan sólo un año después de suceder en el trono leonés al padre de Ramiro, Ordoño II de León. Antes de coronarse rey de la Corona Leonesa Ramiro II ya había sido rey de otros territorios de dicha Corona como Portugal desde el 925 y Galicia desde el 929, pasando a gobernar el Reino de León a partir del 931.

 

Así, Ramiro se coronó según la Nómina Leonesa el 6 de noviembre del 931 en la ciudad de León, trasladándose a Zamora al año siguiente, lo que aprovecharían sus adversarios en ocupar el trono para intentar destronarle, cosa que no lograrían al estar apoyado desde el extranjero Ramiro II por el rey de Navarra y el conde de Castilla.

 

Tras los ataques musulmanes a otros estados hispanos como Aragón con el ataque a Zaragoza o al propio Reino de León en el 939 en que cien nobles leoneses son apresados y conducidos hasta la capital musulmana, donde Abd al-Rahmán III ordena decapitarlos frente a los habitantes de la ciudad, como señal de su fuerza, Ramiro II logra una alianza con el reino de Navarra, el condado de Castilla y el reino de Aragón y así, logra derrotar a los musulmanes en la batalla de Simancas, avanzando el Reino de León hacia el sur tras la reconquista de Ledesma, Guadramiro y Salamanca ese mismo año 939. Extendió las fronteras de su reino hasta sobrepasar la barrera natural del río Tormes, hecho impensable hasta años antes de su reinado.

 

Así, Ramiro II de León se convirtió en una pieza clave en la reconquista cristiana de Las Españas, frente a los musulmanes comandados por Abd al-Rahmán III,  asegurando tras la batalla de Simancas la línea del Duero avanzando notoriamente hacia el sur. Dicha labor podría haber llegado a culminarse de no ser por los deseos separatistas del condado de Castilla que a través de Fernán González se declararía en el 943 en rebeldía frente a Ramiro y la Corona Leonesa viéndose apoyado en esa lucha contra los leoneses por el conde de Saldaña. Ramiro desbaratará esta primera ofensiva castellana y derrotará y apresará a los dos condes. Sin embargo, en el 947 Ramiro restaurará a Fernán en el condado de Castilla tras jurarle éste fidelidad, pero esta vez los problemas vendrán desde el Reino de Galicia que también se declarará en rebeldía frente a la Corona Leonesa, pero Ramiro nuevamente atajará este problema, tras el cual partirá desde la capital leonesa (Zamora) para acometer una nueva ofensiva frente a los musulmanes en la zona del Tajo, derrotándolos en Talavera, a la vuelta de la cual fallecerá en enero del 951, contando casi 53 años, dejando como heredero a su hijo Ordoño, futuro Ordoño III de León.

 

En lo referido a su vida amorosa Ramiro casó por primera vez en el 925 con Adosinda Gutiérrez, de quien tuvo dos hijos (Bermudo y Ordoño) y una hija (Teresa). En el 932 volverá a casarse, esta vez con Urraca Sánchez, con quien tendrá un hijo (Sancho) y dos hijas (Elvira y Velasquita). Fuera de matrimonio el monarca legionense tendrá un hijo (Alboazar) y una hija (Ortega) fruto de sus amores con Ortega, hija del conde de Monterroso.

           

Con Ramiro II se cierra una de las etapas más brillantes del Reino de León y de la reconquista española. La importancia de este rey en la historia de la provincia de Salamanca será notoria, pues será quien le hará formar parte del Reino (luego región) de León, tomando y repoblando plazas importantes como Ledesma y Salamanca y otras menos importantes aunque con significado en Las Arribes como Guadramiro o Moronta. Será de este modo como nuestro pueblo tomará su nombre, siendo éste una estructura nominal del idioma leonés del siglo X en que se juntan el prefijo Guad- (río) con el nombre del reconquistador Ramiro, quedando en el leonés original Guadramiru, lo que en latín sería Guadramirum y, siglos más tarde se traduciría al castellano como Guadramiro a pesar de que en esta lengua viniese a decir "Río de Ramiro".

 

Con este monarca se cerrará una de las etapas de esplendor de nuestro pueblo que será cabeza de la reconquista en Las Arribes y se anticipará a la "gran repoblación" acometida por Fernando II de León en el siglo XII, creador del obispado de Ciudad Rodrigo y gran impulsor del sur leonés, al igual que Alfonso IX de León, que fundará la Universidad de Salamanca como "Estudio General del Reino de León".

 

Los reyes leoneses, fundamentales en la historia de nuestro pueblo, de nuestra provincia, de la propia región leonesa y de España parece que han sido tapados o menospreciados por la oficialidad a pesar de su gran importancia. Nuestro pueblo en buena medida se debe a uno de ellos, Ramiro II, vaya desde aquí nuestro más sentido homenaje a quien nos puso nombre, a quien trajo a nuestros antepasados a vivir aquí y a quien debemos gran parte de lo que llegó a ser nuestro pueblo.