DEMOGRAFÍA

 

A pesar de que Guadramiro es repoblado en el siglo X, y que tenemos constancia de ser ya destacada villa en el año 1167, los primeros censos de los que tenemos testimonio en nuestra zona son del siglo XVI.

La forma de contabilizar era por vecinos (casas habitadas); no por número de personas o de habitantes. Si bien, la media equivalía a 4-5  habitantes por vecino.

Lo que hoy es nuestra provincia, eran diferentes Concejos: Ledesma, Ciudad Rodrigo, Salamanca y Alba de Tormes...

Guadramiro y toda nuestra comarca más cercana, hasta el río Huebra-Yeltes, pertenecía a la TIERRA DE LEDESMA. A su vez esta se dividía en RODAS, para recaudar impuestos. En otros concejos se llamaban cuartos, campos…

Los padrones existentes en el año 1500 en la Tierra de Ledesma, constituida por 187 pueblos y ocupando una superficie de 2250 km2, excluían habitualmente a los hidalgos, clérigos y pobres, por lo que cada pueblo podía tener algún vecino más de los que se contabilizaban, lo que afectaba en el censo de Guadramiro, por la cantidad de hidalgos y clérigos no contabilizados.

 

 Los datos de los padrones nos permitían, por otro lado, acercarnos fiablemente al tamaño medio de los pueblos. El tamaño medio de aldea en el territorio ledesmino en dicha época tenía poco más de 20 vecinos (casas habitadas).

Se debe resaltar, sin embargo, la gran diferencia que se observa entre los distintos núcleos de población en esa época, algunos de talla considerable como Villarino, Guadramiro, Aldeadávila o Monleras, que superaban ampliamente el centenar de vecinos, mientras que otros lugares eran solo alquerías, pobladas por una o muy pocas familias.

Se puede comprobar también que los pueblos mayores se ubicaban al oeste de Ledesma, muchos de ellos en las Arribes (no en el caso de Guadramiro), donde la cercanía con la frontera portuguesa aconsejaba un poblamiento más concentrado.

Pero acaso sea más significativo el aspecto contrario, la gran cantidad de aldeas muy pequeñas, o alquerías, que no llegaban a los 10 vecinos, circunstancia que se producía en más de la mitad de los pueblos de Ledesma. Estos lugares se concentraban en general en todo el contorno de Ledesma, ocupado por alquerías donde vivían vaqueros, yogueros o porqueros de los grandes propietarios de la villa, como al Norte en la Roda de Samasa, donde ningún núcleo alcanzaba la decena de vecinos; lo mismo sucedía al sur, en la Roda de Zafrón con 12 lugares de idénticas características.

 

 El PRIMER CENSO del que tenemos referencia es el de 1528; Guadramiro tenía 136 vecinos. Era el municipio más poblado de la Roda, seguido de Mieza con 128 y Encinasola 54. Ya más distanciados el resto en torno a 20 vecinos.

Vecinos (casas habitadas) en las poblaciones de la Roda de Mieza en 1528

 

En el censo de 1591 contábamos con 197 vecinos. Seguíamos siendo el pueblo más grande de la Roda.

Guadramiro  197 vecinos (casas habitadas)

Mieza  174 vecinos

Encinasola 64 vecinos

El Milano  27 vecinos 

Valderrodrigo  24 vecinos

Villasbuenas  20 vecinos

Barceíno  19 vecinos

Cerezal de Peñahorcada  15 vecinos

Gema  13 vecinos

La Zarza de Pumareda  13 vecinos

Barreras  12 vecinos

Robledohermoso  3 vecinos

Barceo  2 vecinos

Picones  2 vecinos

 

Ya a principios del XVII, en la descripción de Casaseca, A. y Nieto, J.R (1604-1629) Guadramiro seguía su crecimiento: teníamos 220 vecinos, los cuales, seguramente harían superar los 1000 habitantes. Valga de ejemplo que en 1845, cuando los censos ya contabilizaban tanto los vecinos como los habitantes, Vitigudino con 232 vecinos tenía 1043 habitantes. Además entra en una cantidad razonable en el cálculo de multiplicar entre 4 ó 5. Era un momento de esplendor, en pocos años habíamos duplicado la población. Despuntábamos demográficamente y culturalmente, ocupando posiciones punteras en la comarca.

Sin embargo, algo marcará la evolución y crecimiento que venía mostrando Guadramiro: al proclamar Portugal su independencia, en el año 1640, se inició una larga guerra, que duró 28 años, y que  concluyó en 1668, con el reconocimiento, por parte de España, de la soberanía portuguesa.

A lo largo de toda la contienda, muchos de los pueblos salmantinos, más o menos próximos a la zona fronteriza, militarmente, bastante desguarnecida, sufrirían los efectos de las incursiones enemigas. En lo que respecta a los lugares enclavados dentro de la tierra de Vitigudino, los latrocinios y saqueos alcanzaron la localidad de Guadramiro, siendo particularmente señalado el año 1666, cuando una partida de portugueses entró en el pueblo y lo sometió a pillaje.

Tanto la referida Guerra de la Restauración de Portugal, como la de Sucesión, la cual estallaría a comienzos del siglo XVIII, terminarían por arruinar, demográficamente, numerosos lugares del occidente de la provincia de Salamanca. El saqueo de Vitigudino en 1707, por parte de los portugueses, tuvo, asimismo repercusiones negativas para Guadramiro y otros lugares comarcanos. Así se explica el que, en el caso que nos ocupa, Guadramiro tuviese 220 vecinos en el primer tercio del siglo XVII y tan solo 162 vecinos (casas habitadas), poco más de un siglo después, cuando el Catastro de Ensenada (1752). No obstante, a partir de entonces se iría recuperando.

 

 

Volvemos a tener referencia del padrón en el año 1826, en el diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal de Sebastián de Miñano. Guadramiro contaba con 186 vecinos; también nos descifraba los habitantes, 783 en total.

A partir de estas fechas, ya contabilizaban vecinos y habitantes y es más fácil encontrar más menciones del censo.

 

En el diccionario de Madoz (1845-1850), con el anejo de Gema, alcanzamos los 200 vecinos, 830 habitantes. 178 vecinos en Guadramiro, 22 se supone que en Gema.

Desde la Edad Media hasta este periodo, Guadramiro siempre había despuntado entre los pueblos cercanos, junto a Yecla y Vitigudino.

 

Si bien, acercándose al siglo XX, hay pueblos de entidad bastante menor que comienzan a experimentar un crecimiento inusual. Algunos incluso duplicarán su población en pocos años.

Hay que señalar que muchas localidades pertenecientes a marqueses, señores… en este periodo, son compradas por parte de sus vecinos, lo cual es un reclamo para atraer población: reparto de tierras a un módico precio…

Esto y otros motivos; pues hay pueblos que sin ser adquiridos, igualmente crecen, hace que a comienzos del siglo XX, pueblos históricamente bastante menores se equilibren  o puedan superar a Guadramiro.

 

No es el caso de Guadramiro, que se mantiene en la línea parecida a la que venía alcanzando. Sin experimentar cambios relevantes. Incluso disminuye su población poco a poco.

 

 

 

En 1857 contábamos con 786 habitantes

1860  -  773 habitantes

1877  -  771 habitantes

1887  -  768 habitantes

1897  -  733 habitantes

1900  -  747 habitantes

1910  -  657 habitantes

1920  -  599 habitantes

1930  -  609 habitantes

1940  -  581 habitantes

1950  -  613 habitantes

 

En mitad del siglo XX (años 50-60), comienza un declive poblacional en toda la comarca y provincia, con la emigración hacía las grandes zonas industriales españolas, así como otros países europeos y latinoamericanos, del cual, no nos volveremos a recuperar jamás. Las ciudades comienzan a crecer en detrimento de las zonas rurales, sin que nadie haga nada por arreglarlo o equilibrarlo.

 

1960  -  520 habitantes

1970  -  406 habitantes

1980  -  307 habitantes

1990  -  298 habitantes

2000  -  223 habitantes

2010  -  165 habitantes

2019 – 145 habitantes

 

Y así llegamos al primer cuarto del siglo XXI, con una situación muy preocupante para nuestros pueblos.  El mayor golpe demográfico de nuestra historia, en 1000 años;  desde que en el siglo X, los Reyes de León comenzaran a repoblar nuestras tierras con gentes del Norte del Reino.

 

Aspecto de una casa derrumbada en Guadramiro, imagen que transmite perfectamente las consecuencias de la tremenda despoblación sufrida en las últimas décadas.

 

Normalmente se puede descifrar el pasado demográfico de un pueblo observando el tamaño de su iglesia. Cuanto más grande, mayor fue el dinamismo poblacional. No suele fallar.

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La iglesia parroquial de Guadramiro impone su talla sobre el resto del caserio.

 

Tras este análisis estadístico, y viendo la situación actual, cabe señalar que Guadramiro, junto a Yecla son dos de los pueblos que mayor patada demográfica han sufrido, en comparación a su trascendencia histórica; claramente condicionados  por la cercanía de Vitigudino, desde que se convirtió en capital comarcal, el cual ha absorbido muchas expectativas.